jueves, 2 de agosto de 2007

RCEE

Anoche soñé que venías a donde trabajo a hacer quién sabe qué, y te daba un abrazo de despedida. Te notaba más feliz. Quizás es mi forma de decirte que no quiero que te vayas, pero que entiendo que es tu decisión.

La verdad es que no puedo siquiera tomar la dimensión de lo que estas haciendo, pero siento que es algo extremadamente peligroso. Lo único que te voy a decir, es que espero que vuelvas a Asunción, que vuelvas sano y salvo y espero poder verte y decirte las cosas que me quedaron pendientes.

RCEE, fuiste y seguis siendo un buen amigo, a pesar de mis vampireadas. Mis pensamientos están contigo.

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